Causas de la retención de líquidos y qué podemos hacer
1- Demasiado sodio en el cuerpo
Consumir niveles elevados de sal es una de las causas que provoca la retención de líquidos. En particular, si no bebes suficiente cantidad de agua. Al consumir mucha cantidad de sal nuestro cuerpo retiene el agua para mantenerse en equilibrio.
¿Qué debes hacer?
Consumir menos alimentos procesados. Nos referimos a alimentos como embutidos, fiambres, pastas, sopas preparadas, productos enlatados, papas fritas
En lugar de ello, consume alimentos naturales como vegetales hervidos, huevo, o carne con moderada sal.
Reemplaza la sal de mesa por sal marina. También puedes comprar sal del himalaya. Estas últimas son sales especiales que nos ayudan a reducir la retención.
2- Beber insuficiente cantidad de agua
La deshidratación se cuenta como otra de las causas de retención de líquidos. Al no ingresar suficiente agua al organismo, este lucha por asegurar que tu cuerpo esté suficientemente hidratado. En consecuencia, retendrá liquidos para evitar una descompensación.
¿Qué debes hacer?
Simplemente tomar el hábito de beber más agua. Lo recomendable es beber 6 u 8 vasos al día de 250 cc cada uno. Esto asegura un correcto funcionamiento del cuerpo.
3- Déficit de magnesio
¿Tiene niveles pobres de magnesio? Esta podría ser la causa que explique la retención de líquidos en tu cuerpo. Este mineral está presente en casi todos los procesos fisiológicos.
Cuando no tenemos suficiente magnesio, el organismo no puede funcionar adecuadamente y retiene líquidos, como mecanismo de defensa.
¿Qué debes hacer?
Incorpora a tu dieta alimentos ricos en magnesio. Te compartimos una lista para que elijas los que más prefieras.
- Verduras verde oscuro como acelga, espinaca, rúcula o achicoria.
Retencion de liquidos en la cara
Atendiendo a la generalidad de los casos excepto aquellos que requieren intervención médica, te recomendamos los siguientes remedios caseros 100% naturales para tratar la cara hinchada
Reduce la cantidad de líquidos retenidos y bajar de peso supone un cambio de hábitos. No tan solo alimentarse sano sino aplicar otros cambios.
En este sentido puede ser necesario que revises como duermes, cual es tu nivel de energía durante el día y cual es tu actividad física diaria..
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